jueves, 30 de enero de 2014

Manuel Tolsá

Una de las grandes figuras del arte en el México de la Colonia, Tolsá nació en la 
villa de Elguera, Valencia el 4 de mayo de 1757, España y murió en la Ciudad de 
México el 25 de diciembre de 1816. Estudió arquitectura y escultura en las reales 
academias de San Carlos de Valencia y de San Fernando de Madrid. En España fue 
escultor de cámara del rey, ministro de la Suprema Junta de Comercio, Minas, y académico 
de mérito de San Fernando.
Nombrado director de Escultura de la Academia de San Carlos, recién creada en la 
ciudad de México, salió de Cádiz en febrero de 1791. Con él mandó el rey una colección 
de réplicas, vaciadas en yeso, de las esculturas del Museo Vaticano. En el puerto de 
Veracruz contrajo matrimonio con María Luisa de Sanz Téllez Girón y Espinosa de 
los Monteros. Establecido en la capital de la Nueva España, abrió una casa de baños 
y formó una sociedad para la instalación de una fábrica de coches. El Ayuntamiento le 
encargó varias tareas, que el arquitecto realizó sin recibir remuneración alguna, 
entre ellas el reconocimiento del desagüe del valle de México, la nueva introducción 
de aguas potables, los baños del Peñón y las nuevas plantas de la Alameda, el Real 
Seminario y el Coliseo.
Para obtener el título de académico de mérito en arquitectura, presentó tres dibujos:
 uno para la erección del Colegio de Minería, otro de un retablo y un tercero para la celda 
del convento de Regina, que sería ocupada por la marquesa de Selva Nevada. En 1793
 hizo el primer proyecto para una plaza de toros. Dirigió y proyectó las siguientes obras: 
las casas del marqués del Apartado y del marqués de Selva Nevada; el proyecto para el Colegio 
de las Misiones, la casa de ejercicios para los filipenses y la conclusión de las obras de la 
catedral de México. En ésta decoró las torres y el frontis con estatuas, entre ellas las 
virtudes teologales que rematan el cubo del reloj; y diseñó la cúpula, las balaustradas y los 
zócalos de las cruces del atrio, todo lo cual terrninó en 1813. Además, talló las cabezas de 
la Dolorosa que están en La Profesa y en El Sagrario; hizo los planos para el convento de 
Propaganda Fide, en Orizaba; proyectó el Hospicio Cabañas de Guadalajara; edificó el 
ciprés de la catedral de Puebla; esculpió en madera la Virgen que se conserva en el 
arzobispado de Puebla; construyó la fuente y el obelisco del camino de Toluca; y cinceló 
el busto de Hernán Cortés para su tumba.
Como escultor fue fiel al barroco («el Ciprés», retablo mayor de la catedral de Puebla). De 
entre sus imágenes y esculturas sobresale la estatua ecuestre de Carlos IV (1796-1803), 
conocida comúnmente como «el Caballito».



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